En los escombros de la torre de televisión de Rivne, en Ucrania, bombardeada por las tropas rusas, aún se encuentran los cuerpos de unos 20 soldados entre los escombros. La señal televisiva se ha visto interrumpida en esta localidad, pero su gobernador ha prometido restablecerla en dos días. Por su parte, los periodistas locales, pese al temor que sienten, manifiestan su deseo de seguir trabajando.